Más curiosidades de Japón

Hoy os traigo una tanda más de curiosidades de la vida cotidiana en Japón. Esta vez nos movemos hasta las gasolineras japonesas porque ya veréis que no se parecen en nada a las nuestras. En el aspecto más básico son iguales, es decir, gente que te echa, surtidores, una tienda... ya sabéis, cosas típicas de estos lugares, pero el servicio que dan no es ni de cerca parecido, ¿lo queréis saber? Ahora no lo cuento.

El Colegio Internacional de Magos me obliga a contar mis conocimiento, así que estáis de suerte... pero que quede clarito que la próxima no me pillaréis tan fácilmente -_-

La cosa es que allí se ven más mujeres en las gasolineras, no me preguntéis el por qué porque no lo sé. Llevan todos y todas un mono de trabajo que cambia de color según la empresa para la que trabajan. Otra curiosidad, es que 1 de cada 2 mujeres que veo trabajar allí (y no son precisamente viejas, más bien veinteañeras) llevan un pañuelo en la cabeza xD, dato curioso donde los haya (que conste que no me baso en ninguna estadística, es lo que yo veo xD).

No sé cuánto cuesta allí la gasolina, supongo que no será barata, pero por llenar el depósito tienes derecho a una serie de servicios más, que van desde la limpieza de cristales hasta que te vacíen el cenicero ¿mola eh? Todo esto con la alegría y sonrisa que tanto caracterizan al servicio japonés. Las personas que han viajado a Japón podrán afirmar esto, allí los servicios de empresas tanto privadas como públicas son muy buenas. Los trabajadores se comportan muy amablemente con el cliente intentando en todo momento cumplir con sus necesidades, incluso si eso supone ir más allá de sus obligaciones de contrato.

La cosa es que yo, cuando era más pequeño sobre todo (como en España la gente es más vaga que la chaqueta de un guardia...) veía cómo 4 jóvenes limpiaban por fuera el coche de mi tío (además de echar la gasolina). ¡Y lo más sorprendente, lo hacían de forma rápida y alegre, sin malas caras! Como podéis imaginar mi asombro era inmenso :D Si mal no recuerdo no tenías que bajar ni del coche para pagar, ellos tenían una máquina para pasar la tarjeta de cliente o supongo que directamente te cogían el dinero (esto último no estoy tan seguro puesto que siempre he visto pagar en Japón con tarjeta).

Finalmente, una vez que tu coche quedaba en cuestión de 2 minutos limpio y brillante, uno de ellos con unos banderines salía a la carretera para avisar al tráfico que un coche salía de su gasolinera. De esta forma te cedía el paso, como si de un guardia de tráfico personal se tratase. Pero la gota que colma el vaso es cuando miras hacia atrás y ves que todos los trabajadores de la gasolinera, cuando te vas te despiden inclinando la cabeza a la japonesa y dándote las gracias. ¡Dónde se ha visto tanta gratitud por comprar un servicio! Son cosas que sólo pasan en ése país tan enigmático llamado Japón...

Foto tomada de Playmobil.